El viaje comienza con la llegada a San Pedro y un primer recorrido por el Valle del Arcoíris, introducción a la geología y la fuerza cromática del desierto. La jornada se complementa con un espacio de introspección en torno a lecturas de Tarot y otras prácticas.

El segundo día se dedica a la memoria ancestral: un tour arqueológico y un viaje chamánico, seguido por una experiencia indígena que abre al diálogo con comunidades locales.

La tercera jornada ofrece bienestar y quietud con la propuesta Kimal Relax, tiempo libre para disfrutar del oasis y, de noche, la contemplación estelar en el desierto. El cuarto día conduce a las lagunas altiplánicas y a Piedras Rojas, mientras que el quinto lleva a los Géiseres del Tatio. El regreso se acompaña de un masaje reparador, que integra descanso y energía renovada antes del traslado al aeropuerto.